¿ Por qué nosotros no tenemos ese problema?
1.- El primer pilar de nuestro éxito sois las propias familias: 
A nuestro colegio llegais familias muy sensibilizadas con esta problemática. Familias que tenéis el ambiente más adecuado en casa para criar a un niño/a: comprensión, amor, muchísimo afecto a vuestros hijos/as. 
Las relaciones entre los niños/as no son perfectas, surgen muchísimas situaciones de conflicto a diario (hay que enseñarles a gestionar sus conflictos); pero en la inmensa mayoría de los casos tenemos vuestro apoyo para ayudarles a recuperar la normalidad.
2.- La labor de los profesores/as: 
En la Educación convencional el profesor se ve como un mero transmisor de conocimientos (se limita a explicar el temario y los contenidos que le exige la Ley). En Montessori el profesor/a está atento y preocupado a los rasgos de la personalidad de cada alumno/a, de sus estados anímicos; por lo que cualquier conflicto, por pequeño que sea, requiere inmediatamente toda su atención.
3.- Las dimensiones del colegio: 
Este punto no requiere mucha más explicación: si creciésemos perderíamos todo el control sobre estos conflictos y aparecerían otros mucho peores ( violencia, acoso, drogas).
4.- La importancia de la educación emocional, Inteligencia emocional y habilidades sociales: 
En nuestro colegio no sólo se trabajan estos aspectos en el aula, en cada asignatura; sino que además se convierte en un taller semanal propio, en el que se les enseña a reflexionar sobre estos aspectos: la comprensión, el respeto, la empatía.
5.- Open Mind: 
La diversidad social y cultural de nuestra aulas hace que su mente se abra y una de las primeras consecuencias es la tolerancia que instintivamente desarrollan para entender a otros.
6.- Política de tolerancia 0: 
Un niño/a no tiene la culpa de nacer así, o de ser así; pero su familia tiene “la obligación” de ayudar al colegio a ir trabajando estos rasgos de la personalidad de su hijo/a. Nosotros al ser un colegio pequeño lo detectamos mucho antes que los colegios con otro número de alumnos. Nos ponemos en contacto con la familia y les proponemos un plan consensuado para cambiar esta situación. Si lo aceptan, se quedan; si no es así y nos dicen que el comportamiento de su hijo/a son “cosas de niños”; el lunes siguiente se encuentran en otro colegio.
Si la familia te ayuda tienes 4/5 posibilidades de revertir la situación; si no te ayudan lo único que va a hacer ese niño/a es profesionalizar con el tiempo esa forma de tratar a los demás.
Dirección Pedagógica





